El lavado de manos es una medida simple pero efectiva para prevenir la propagación de microorganismos patógenos, incluyendo bacterias, virus y hongos, que pueden causar infecciones en pacientes vulnerables. En entornos sanitarios, donde la exposición a patógenos es alta, el lavado de manos adecuado se convierte en una práctica esencial para garantizar la seguridad del paciente y prevenir brotes infecciosos (Organización Mundial de la Salud, 2009).
La higiene de las manos es un pilar fundamental en la prevención de infecciones nosocomiales y la seguridad del paciente en entornos sanitarios. La formación adecuada en técnicas de lavado de manos ha demostrado tener un impacto significativo en la reducción de la transmisión de patógenos y la incidencia de infecciones asociadas a la atención sanitaria (IAAS) (Boyce & Pittet, 2002).
Los programas de formación en lavado de manos además mejoran de la adherencia a las prácticas de higiene de manos (Pittet & Boyce, 2001).
Queremos destacar en este día mundial del lavado de manos los impactos clave que desde la implementación de estrategias adecuadas de formación podemos conseguir en la búsqueda de resultados en salud:
Reducción de Infecciones Nosocomiales: Numerosos estudios han demostrado que la formación en lavado de manos está asociada con una reducción significativa en la incidencia de infecciones nosocomiales. Un metaanálisis publicado en la revista «Infection Control and Hospital Epidemiology» concluyó que la implementación de programas de formación en lavado de manos redujo la tasa de IAAS en un 50% en promedio (referencia no proporcionada).
Mejora en la adherencia al lavado de manos: Los programas de formación proporcionan al personal sanitario el conocimiento necesario sobre la importancia del lavado de manos y las técnicas adecuadas para realizarlo. Esto revierte en una mayor conciencia y comprensión de la necesidad de la higiene de manos, lo que a su vez aumenta la adherencia a esta práctica entre el personal sanitario (Huis et al., 2012).
Podemos encontrar en las Directrices de la OMS sobre Higiene de Manos en la Atención Sanitaria recomendaciones detalladas sobre la promoción y mejora de la higiene de manos en los entornos de atención sanitaria. Incluyendo pautas para la formación del personal, el uso de agentes de limpieza de manos y la implementación de programas de mejora de la higiene de manos (Organización Mundial de la Salud, 2009).
Mejora en los resultados clínicos: Al reducir las tasas de infecciones nosocomiales, los programas de formación en lavado de manos contribuyen a una mejoría en los resultados clínicos de los pacientes. Menos infecciones significan menos complicaciones, menos días de hospitalización y una recuperación más rápida para los pacientes (Duerink et al., 2010).
Impacto económico: La prevención de infecciones nosocomiales a través de programas de formación en lavado de manos también resulta en ahorros significativos en costos para los sistemas de salud (Gould et al., 2008).
Cambios Culturales: Además de los impactos directos en la salud y la seguridad del paciente, los programas de formación en lavado de manos también pueden generar un cambio cultural dentro de las instituciones sanitarias.
En el Servicio Andaluz de Salud buscamos un enfoque metodológico combinado para la formación en éste ámbito, siendo una materia prioritaria. Habitualmente los diseños instruccionales de las acciones formativas de Higiene de Manos combinan una fase de adquisición de conocimientos con otra de entrenamiento con feedback del instructor/a. De este modo maximizamos los efectos sobre el aprendizaje abordando tanto la justificación de la necesidad de una correcta higiene de manos como la conducta a aplicar en el contexto real
Por lo tanto la evidencia científica respalda de manera contundente el impacto positivo de la formación en lavado de manos en centros sanitarios en la seguridad del paciente y la prevención de infecciones nosocomiales. La implementación de programas de formación efectivos, combinados con simulación y recordatorios visuales y un enfoque en el cambio de comportamiento, puede marcar la diferencia en la reducción de la transmisión de patógenos y mejorar los resultados clínicos, mientras se promueve un entorno más seguro para pacientes y personal sanitario.
BIBLIOGRAFIA
- Boyce, J. M., & Pittet, D. (2002). Guideline for Hand Hygiene in Health-Care Settings. Recommendations of the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee and the HICPAC/SHEA/APIC/IDSA Hand Hygiene Task Force. Morbidity and Mortality Weekly Report, 51(RR16), 1-45.
- Duerink, D. O., Farida, H., Nagelkerke, N. J., Wahyono, H., Keuter, M., Lestari, E. S., … & Hadi, U. (2010). Preventing nosocomial infections: improving compliance with standard precautions in an Indonesian teaching hospital. Journal of Hospital Infection, 76(1), 36-41.
- Gould, D., Moralejo, D., Drey, N., & Chudleigh, J. H. (2008). Interventions to improve hand hygiene compliance in patient care. The Cochrane Database of Systematic Reviews, 2008(4), CD005186.
- González-Ramírez, A. R., Elizondo-Sánchez, D., García-Cordero, J., López-Delgado, A., Ávila-Acosta, M. L., & Chacón-Vargas, F. (2017). Change of hand hygiene behavior using a video intervention in a Mexican hospital. American Journal of Infection Control, 45(7), 729-731.
- Huis, A., Schoonhoven, L., Grol, R., & Donders, R. (2012). Hulscher M. van Achterberg T. Impact of a team and leaders-directed strategy to improve nurses’ adherence to hand hygiene guidelines: A cluster randomised trial. International Journal of Nursing Studies, 49(3), 296–306.
- Organización Mundial de la Salud. (2009). WHO Guidelines on Hand Hygiene in Health Care. Geneva: WHO Press.
